Just wanted to say...

2 de Septiembre 1976 | 11:30 a.m.

Pisó a un par de estudiantes que se habían atravesado en su camino, eran más pequeños -por apariencia de segundo o tercero- por lo que después de disculparse con un pequeño movimiento de cabeza agilizó el paso y llegó hasta donde la chica de cabellos oscuros se encontraba. -Ouch, cuando me llaman así es imposible no recordar a mi madre. ¿Habíamos quedado en que yo iba a ser Ted y tú ibas a ser Meda? ¿No?- se hizo el gracioso, y después de unos instantes amplió un poco más la sonrisa que -hace unos segundos- se había posado sobre su rostro.

Respiró un par de veces, eso de andar entre tanta cantidad de gente le abrumaba un poco. Tomó la mano de Andrómeda e hizo que la chica acortara la distancia que les separaba para después traerla lo más cercano que pudiera de la pared y así no estorbar el paso a los demás estudiantes. -Antes de preguntarte cómo estuvieron tus vacaciones y ya sabes.. el protocolo de año con año...- siguió bromeando Theodore. -Tengo que agradecerte de forma infinita. ¿Qué crees que pasó durante las vacaciones? Bueno, ahí estaba yo... ayudándole a mi padre a limpiar el equipo de su clínica cuando mi madre toda emocionada empezó a hacer un escándalo por toda la habitación ¡Y cómo no iba a hacerlo! Eran mis notas de los TIMOs, por lo que después de pensarlo tres veces decidí abrir el contenido y ....- guardó silencio por unos instantes y después se llevó su diestra a la comisura de sus labios haciendo una leve pausa.

-Y aquí es donde tú debes decirme qué paso. Dime Andrómeda ¿Qué crees que haya obtenido como resultado en mis TIMOs? Y no es para ponerte a prueba ni mucho menos, pero sí me gustaria tener la opinión de quién estuvo siempre ahí, tú sabes- y se recargó un poco sobre la pared, fijando su mirada -por primera vez- en los ojos expresivos de la Slytherin.

Otra cosa que también debía agradecer era la personalidad de Meda. Sí, ella a diferencia de Bellatrix o Narcissa siempre estaba dispuesta a ayudar al prójimo y él más que nadie podía afirmarlo -lo había vivido en carne propia- Mantuvo su mirada fija, sin siquiera parpadear, tenía la costumbre que cuando algo le emocionaba centraba toda su atención en 'eso' hasta que la emoción pasaba y todo volvia a la tranquilidad. Escuchó con atención lo que la Slytherin decía y después de escucharla sonrió como de costumbre -Bueno sí es Ted y Meda, pero quise darle un toque de formalidad, tal y como me seguiste el juego- le guiñó un ojo de forma divertida y después continuó hablando -Antes que nada, debo informarle Srita. Black que sus capacidades como profesora son excelentes. Y le admiro, vaya que soportarme... ni yo mismo lo hago- continuó bromeando un poco, pero en cierta manera decía la verdad. Andrómeda se había portado excelente con él, jamás se había quejado y cuando algo no lograba comprender, la chica se la repetía una, y otra vez hasta que por fin lograba asimilarlo -o le hacía creer que lo asimilaba que también le daba verguenza que fuera a pensar que era un bruto- -Y en cuanto a tu pronóstico... es muy subjetivo- eso de sonar intelectual no era tan dificil ¿O sí?

-Mira, obtuve en mayor cantidad 'Supera las Expectativas' y un par de 'Aceptables'- dijo con un orgullo que no podía esconder. -Aunque debo admitir que también obtuve un 'Troll' pero ni te mortifiques es Historia de la Magia, como si algo de eso pudiera servirme en la vida. Es decir ¡Ya pasó! ¿A quién le importa algo que ya pasó? ¡Por Merlín!- dramatizó un poco y luego soltó una leve risa que se pudo escuchar por el pasillo y en consecuencia un par de miradas quedaron absortas en Ted y Andrómeda. -Pero sí, mi madre estaba que irradiaba felicidad, y me dijo que había estado preocupada todo el año, porque como sabrás... mi desempeño académico jamás fue brillante, ella misma lo vivió en mi infancia- recordó todas las horas que su madre había invertido en él y cómo se quebraba la cabeza para que entendiera las cosas con mayor felicidad.

-Y entonces les conté de tí, aunque solo de forma general, y mi madre se emocionó más ¿Sabías?- y sí, porque era la primera vez que Ted le hablaba de alguna chica, ya que nunca había tenido una buena razón para hacerlo. -Y me dijo que te diera las Gracias también en su nombre...- finalizó, llevándose una mano por detrás de su nuca, despeinando un poco su cabello. -¿Ibas a clase?- preguntó que después recordó en dónde estaba y hacia dónde se dirigía.

Indiscutiblemente divertir a la gente era uno de sus pasatiempos favoritos, de los que más disfrutaba y no porque fuera un payaso o un comediante en potencia, sino porque el 'hacer feliz a los demás' le hacía feliz a él, fin de la discusión. Y ahora el estar ahí, escuchando cómo Meda sonreía y reía le producía una satisfacción enorme. -¿En realidad crees eso? Bueno, hago mi mejor esfuerzo- en realidad le salía natural ser tan... ocurrente. -Mis amigos dicen que no tengo remedio. Por ejemplo Amos, es mi brother, mi compi, mi hermano, pero de plano me aconseja que debo sentar cabeza algún día, que no debo tomarme todo a la ligera y que debo ser 'serio' cuando se requiera- e hizo énfasis en 'serio' porque no era que las cosas le valieran un comino, simplemente siempre veía el lado divertido de todo.

Otra de las cosas que había observado de Andrómeda era su gran capacidad para escuchar y entender a las personas, era como si tuviera un don para 'ganarse la confianza de los demás' o a lo mejor estaba alucinando y confundía eso con la empatía. Decidió no hacer comentario al respecto, prefería observar un poco más, analizar y por qué no... pronosticar. Sonrió de forma más amplia al escuchar que para ella también había sido placentero el haber pasado tiempo estudiando. -Tomaré tu palabra el próximo mes que empiecen las evaluaciones, así que de una vez deberás agendar en tu Diario: Clases con Ted Tonks, semana completa y horario amplio. No puede modificarse- bromeó otra vez y soltó una leve carcajada. -Ya, poniéndome serio...- volvió a decir tratando de no volver a reir -Haré mi mejor esfuerzo, sí.. créeme que empezaré a poner atención a clase, aunque falle en el proceso. ¿Lo importante es intentarlo no?- que al menos eso era lo que su madre y su padre le decían siempre: La intención es lo que cuenta.

-Pero en caso de que ésta cabeza no se anime a cooperar, recurriré a tus servicios. Y hablando de eso...- agregó recordando lo que había pensado durante todo el camino de regreso a Hogwarts -No sé si te hayas enterado, que no creo... esa noticia solo se celebra en mi casa. Fui nombrado Capitán de Quidditch este año, y verás que nuestro primer partido es en quince días. Quería invitarte, como forma de agradecerte lo que haces por mí ¿Qué dices? ¿Te animas? ¡Vamos, no puedes decir que no!- se adelantó a decir con un poco más de emoción y después empezó a jugar con sus pies, como cuando se ponía nervioso y esperaba una respuesta -que en este caso- estuviera a su favor.

Tras escuchar que la chica también se dirigía a clases, optó por acompañarla, lo que menos quería en aquellos momentos era resultar una pérdida de tiempo o peor aún, un estorbo. -Si no te molesta, podría acompañarte, sirve que nos terminamos de poner al día ¿Te parece?- cuestionó por educación, pero ya estaba decidido, y cuando a Ted Tonks se le ocurría algo, no había poder humano que pudiera sacarlo de su mente.

Caminaba a un costado de Drómeda pero manteniendo cierta distancia, lo último que quería era causarle algún tipo de problema a Meda, y por juzgar algunas miradas de Slytherin que tenían cerca, tenía un presentimiento de que 'cierta información distorsionada' iba a parar en los oidos de Bellatrix o Narcissa. Le restó importancia, tenía cosas mejores en qué pensar, como su próximo partido. Estaba emocionado, los chicos también, y no importaba cuántas horas dedicaran a entrenar, o cuál estrategia tuviera en mente, lo que Tonks lo hacía, lo hacía desde el fondo de su corazón, y por ello valía la pena intentarlo. -Perfecto, con eso me basta y me sobra para seguir siendo tal como soy, y si Amos vuelve a decir otra cosa al respecto, le daré tu número para que se comunique contigo- dijo, pero después se dio cuenta que Andrómeda no era muggle y que por ende.. no iba a entender sus estúpidos chistes muggles que no tenían sentido, al menos no para muchos. -Perdón, olvidé que no estaba en casa... como sabrás soy lo que ustedes denominan como sangresucia y en vacaciones vuelvo a mis viejos hábitos, y usar el teléfono es uno de ellos- agregó tratando de explicar un poco su comentario anterior, pero pensó que mejor dejaría las cosas así, seguro Andrómeda ya estaba pensando que era un demente.

Y quizás si lo fuera, un demente. Pero era un demente feliz que en cuanto escuchó la respuesta afirmativa de Androméda no pudo evitar esbozar una enorme sonrisa. -Genial... aunque creo que el primer partido será contra Slytherin, y eso te pone a tí entre la espada y la pared, pero veamos... nadie tiene que saber que estás ahí por mí, quizás si les dices que vas a 'apoyar el equipo' se lo crean, y asi te evitas problemas, sobre todo con sus hermanas- y se encogió un poco de hombros mientras esperaba la reacción de la chica de cabellos oscuros.

Al escuchar la felicitación de Andrómeda, Ted no pudo evitar que un ligero sonrojo pasara por sus mejillas. -¿En serio crees que pueda hacer un buen papel? Que para serte sincero, creo que así será. Me siento comprometido con el equipo, y haré todo lo que esté en mis manos por alcanzar la Copa de Casas este año, quiero darle una gran sastisfacción a mis compañeros, a mis hermanos. Hufflepuff lo vale, Hufflepuff lo merece- dijo con una emoción latente en sus palabras y después agregó. -Supongo que deberías darme un abrazo ahora, pero si lo haces... te estarías comprometiendo mucho por lo que...- hizo una pausa alzando una de sus manos y fijándola en el centro. -Bastará con un apretón de manos para la buena suerte. ¿Te parece?- y le sonrió con ternura, fijando una vez más sus ojos mieles sobre el par de ojos marrones que tenía frente sí.

Lo notó. Notó cómo Andrómeda desparecía esa sonrisa que había mantenido desde el comienzo y cambió su rostro por uno completamente serio. -¿Qué había hecho mal?- se preguntó inmediatamente pero antes de poder expresar palabra alguna, escuchó lo que Andrómeda tenía que decir. ¡Era un idiota! Claro, ahora todo tenía sentido. Andrómeda se había incomodado al ser comparada con los demás Slytherin, y eso era prácticamente normal. Maldeció interiormente y después tragó un poco de saliva. -Meda perdóname, soy un completo y total bruto ¿viste? Claro, yo no me refería a tí, si no a los de tu casa, ya sabes que me da risa la forma en que se expresan de los demás, con esos aires de superioridad que solo demuestran el poco intelecto que tienen. Pero tú no, tú eres diferente a ellos, y creo que eso es más que lógico, sino no estaríamos teniendo esta conversación, desde hace horas me hubieras mandado a freir espárragos y no quiero hacerte enfadar. Perdón- comenzó a hablar rápidamente, era una costumbre que tenía cuando algo le salía mal, o como siempre, su gran bocota le metía en apuros. -Y no, no me considero un sangresucia, pero sé que tampoco provengo de una familia de magos, aunque eso no me hace ni más ni menos, creo que las habilidades de un mago no se basan en la sangre o en la familia que se tenga, sino en sus destrezas y aptitudes, y yo soy un hombre que considera a la familia como base primordial en la sociedad, y en mi caso, estoy orgullosísimo de mis padres y les agradezco todo lo que soy- dijo más serio, sin desviar su mirada de los ojos de Andrómeda y esperando que ella entendiera su punto.

Después se disculpó, aunque Ted no supo muy bien la razón. -No, en todo caso el que debe disculparse soy yo. Siempre metiendo la pata...- dijo con un tono más tranquilo mientras ambos chicos continuaban su camino hacia el norte. Se relajó un poco más al escuchar que estaría ahí sin importar las circunstancias y fue algo que le agradó y le emocionó al mismo tiempo, porque de esa forma demostraba que tenía agallas, que pese a todos los problemas que pudiesen venírsele encima, podía hacer su propia voluntad, y eso le convertía en una mujer con carácter, -Excelente, entonces espero verte ahí- musitó manteniendo la misma alegría en su voz.

Rió un poco más al notar la expresión que había hecho la chica cuando Ted le tendió la mano, y en parte se la esperaba. Escuchó con atención la propuesta que venía de parte de la Slytherin y después de fruncir un poco el entrecejo y tomando una pose de 'pensativo' añadió -Srita. Black, Usted y yo tenemos un trato. Que aunque no es necesario firmarlo, sé que cumplirá con su palabra- bromeó de nueva cuenta el castaño. Pasar tiempo con Andrómeda se estaba volviendo una actividad amena en su rutina.

Eso era exactamente lo que más le gustaba de todo: Pensaban de manera semejante, aunque cada uno con una perspectiva única, mientras que Ted era un chico bromista e hiperactivo la mayor parte del tiempo, Andrómeda era una chica seria y centrada que se esforzaba por mantener el órden en su vida. -Dicen que las grandes mentes piensan igual, así que a partir de ahora voy a creerme esa frase- dijo manteniendo su tono alegre al hablar. Suponía que Andrómeda tendría clase en alguna de las Torres, por la dirección que empezaban a tomar, más decidió no preguntar, simplemente seguiría el paso de la castaña.

Tenía razón, sería dificil visualizar su rostro entre tantas personas y debía admitir que la idea del sombrero le parecía espectacular. -Llevar un gorro sería demasiado, además llamarías la atención con mayor facilidad.- dijo llevándose una mano a su mentón y poniéndose pensativo por un momento -Ya sé, podrías ir de Hufflepuff encubierta. Le diré a Jac que me preste alguna túnica de Hufflepuff de mujer y un par de accesorios, y también puedes llevar gafas y coleta recogida. De mis amigos la mayoría juega Quidditch, pero tengo otro par con el que te puedes juntar, y son bien escandalosos por lo que sería fácil indentificarte ¿Qué dices?- dijo con cierta emoción en su voz, a veces se preguntaba de dónde salían tantos disparates en su mente, pero no le importaba, para él todo tenía sentido.

Al notar que le respondía de la misma forma en que él le había comenzado a hablar, Ted esbozó otra sonrisa más en su rostro, era increible... ¿Cuántas veces había sonreido ya? Seguro unas mil, pero no podía evitarlo. -Es siempre un honor hacer tratos con usted Srita. Y para dar más formalidad a esto, ¿le parece bien si el pago del trato se da después del partido, supongamos una hora más tarde? Usted podría definir el lugar y la hora, un servidor estaría encantado de asistir al lugar que usted asigne- agregó divertido, pero en realidad era como 'asegurar' que se volverían a ver, sí, porque era divertido y porque debía demostrar que era un hombre de palabra, y que lo que se proponía lo lograba sin importar qué tanto esmero tuviera que poner de su parte. Así era Theodore Tonks, no había forma de cambiarlo

Y ahí estaba de nueva cuenta, la garra y el coraje que Ted empezaba a admirar de Andrómeda, porque sin importar el qué dirán o los riesgos que pudiera enfrentar, había decidido ir como ella misma, tal y como era, y eso le parecía una mejor idea que la que él había propuesto. -Te admiro por eso Andrómeda, porque tienes el valor de ir y demostrarles que vales por lo que eres, y que no tienes que dar ningún tipo de explicación por hacer algo que deseas hacer, además tienes razón, tampoco creo que te reconozcan, y menos si todos tendrán los ojos puestos en mí, ya sabes... esperando a que haga el ridículo como debut, pero con la pena... tendrán que tragarse sus propias palabras- aseveró, otra vez demostrando confianza, porque estaba decidido, haría un papel excepcional el día de su partido inaugural. Le pareció un poco gracioso que Meda dijera que no saltaría de emoción para no quedar al descubierto, y era algo sensato, ya tendrían tiempo de ir a celebrar después por su propia cuenta ¿No?

Seguía esperando ansioso la respuesta de la Slytherin ante su propuesta de verse después del partido y tras escuchar lo primero pensó en los chicos, si, seguramente querrían ir a celebrar, pero las fiestas se dejaban para la noche, seguro terminarían exhaustos por tanto trabajo que tendrían que hacer, por lo que un festejo en la Sala Común sonaba muy tentador después de un día tan ajetreado. -Los convenceré de hacer la celebración por la tarde-noche, para que se ponga el ambiente en todo su esplendor, y claro tendrás que ir... aunque lo dejaré en tus manos porque será en la Sala Común de Hufflepuff, y no sé cómo reaccionen ante la idea de tener un Slytherin entre nosotros, ideologías de casas- que ya se imaginaba la cara de sus compañeros cuando vieran a Andrómeda ahí, y tampoco podía ponerse a explicarles a cada uno los motivos que tenía para invitarla, ya que a fin de cuentas ella era una Black, y las Black tenían la peor fama del Colegio.

Sonrió al escuchar sobre una Slytherin aburrida que se dispondría a leer un libro de adivinación después del partido. -¿Ah sí? Pues a mí me llegó un rumor, que cierto Capitán de Quidditch andará rondando los Jardines después del partido debido cierto acuerdo que debía cumplir- le susurró de la misma forma en que ella lo había hecho. -¿Qué clase tienes?- preguntó finalmente, que la duda le estaba matando, consultó su reloj y se dio cuenta que el tiempo había pasado volando y que solamente disponía de diez minutos antes de que Herbología diera inicio. Y ahí es cuando odiaba al Colegio y sus horarios. ¡Simplemente le arruinaban la vida? -dramatizó-

Por supuesto que lo haría, hacer que los Slytherin se tragaran sus propias palabras era lo más placentero que podía recibir el día del juego. Se encogió ligeramente de hombros cuando escuchó lo que Andrómeda tenía que decir con respecto a sus hermanas, y ¿qué podía hacer? Si la contradecía iba a quedar como mentiroso, después de todo la castaña tenía absoluta razón, las Black eran del tipo de personas que quiénes no les temían, les adoraban -o más bien admiraban- aunque Ted no hacía ni una cosa ni la otra, para él tenían la misma condición y el mismo valor que cualquier otra chica del colegio.

No insistiría, le había pasado en ocasiones anteriores que cuando insistía mucho en algo, por tanta obsesión se volvía realidad, las cosas le salían contrariamente a lo que esperaba, y en este caso no quería eso para Andrómeda. Llevó sus manos a los bolsillos de su túnica y volvió su mirada al rostro de la Slytherin. ¿Le tocaba Aritmancia? ¿Por qué habría de tomar esa clase opcional? Él no la metió en su horario, para qué, si de todas formas los números y él no se llevaban bien, era una de las cosas que Ted prefería evitar para su estabilidad mental, y vaya que había sufrido con lo que los Muggles denominan -Matemáticas- durante su educación primaria, y ahora no quería volver a saber de números por el resto de su vida. -A mi me toca Herbología, en el Invernadero 3- agregó no con tanta emoción como minutos antes -Y considerando que tengo que bajar todas las escaleras de nueva cuenta, a travesar el Hall. Cruzar los terrenos y llegar a los Invernaderos... tengo ocho minutos para lograrlo- sonrió, porque le gustaban los retos, y no había mejor sensación que la adrenalina en las venas cuando se trabajaba bajo presión.

-Me dio mucho gusto hablar contigo Meda, y espero que tengas una buena clase- ¿Qué había sido eso? Las despedidas le salían fatales. -Te veo después- y se giró sin dar oportunidad de responder. De camino a su clase su mente estuvo divagando, ¿A caso sería posible...? No, ni pensarlo.