~.Narcissa Black.

»Yesterday, Love was such an easy game to play... Now I need a place to hide away...Oh I believe in yesterday ♪♫

Describir a la menor de los Black sin duda, no es cosa sencilla. Su apariencia puede ser perfectamente la de un ángel y sí, es rubia y hermosa, pero de tonta no tiene un pelo. Críada bajo los estrictos cánones de la familia Black, Narcissa es todo lo que una señorita debe ser. Educada, elegante, moderada y delicada. Los chillidos y los gritos, las exigencias y los berrinches, no van en absoluto con su personalidad. Son pocas las ocasiones en las que la rubia pierde los estribos, y cuando sucede, lo hace de la manera más elegante posible. Lo impulsiva y temeraria sin duda no forma parte de su carácter. Narcissa es más sigilosa, fría y calculadora. Siempre atenta a todo lo que la rodea, observadora de hasta el mínimo detalle, con una mirada comunmente podrá hacer un juicio explícito de una persona o situación por lo que es poco probable cogerla de sorpresa con algo.

Una de sus mayores armas es su extraordinario poder de convencimiento. Si Cissy lo quiere, no dudes que Cissy lo tendrá. No preguntes cómo, ni mucho menos con que, pero cuando menos te des cuenta, estarás bajo el hechizo de la Black. Acostumbrada a que su voluntad sea ley, la manipulación es un arte que ella domina a la perfección. No necesita de la violencia ni de ningun tipo de berrinche para conseguir lo que quiere. Con una mirada de aquellas orbes azules, basta y sobra.

Si bien a la primera impresión Cissy aparenta ser la perfecta señorita, sumisa y acatadora, su innata arrogancia no tardará en salir a flote. Orgullosa y prepotente, no dejará que nadie le pase por encima por más Sangre Pura que sea. De la mano con ello, su infinita tenacidad la mantiene a salvo de los prejuicios absurdos que puedan hacerse de su persona. Lleva la cabezonería mezclada con la sangre que corre por sus venas, si ella dice A, pues así será. El del error definitivamente serás tú y pobre si intentas disuadirla de lo contrario. Detesta que se metan en su vida, es sumamente reservada y solo confía en contadísimas personas. De lo bueno, poco, suele decir. Pese a ello, su afabilidad aparente le permite relacionarse casi con quien sea que se proponga, claro está, todo con un fin previa y estrictamente planificado.

Si eres digno de su agrado, la rubia se mostrará veridicamente dulce y simpática, predispuesta a mantener una charla interesante, gusta de divertirse por medio de la música y no es en absoluto tímida cuando de ello se trata. Por el contrario, si por alguna razón, motivo o circustancia no le caes en gracia, Oh desgracia la tuya! La rubia no se detendrá hasta hacerte la vida completamente miserable, de modo tal que recuerdes para toda tu existencia, jamás volver a meterte con ella...o sus seres queridos.

Leal hasta la médula, la traición es algo que la repele de inmediato. Así como la altivez. Para Altiva y orgullosa, ella tiene suficiente. No soportará caprichos ni egocentrismos que no sean los suyos, después de todo, así la criaron ¿No? Ella no tiene la culpa. Bendecida con el arte de la seducción, Narcissa conoce perfectamente qué hacer, qué decir y sobretodo cómo, para conseguir lo que quiere.

Oh y algo imposible de olvidar. El amor, el amor...Concepto completamente desconocido para la rubia. Hasta ahora no ha llegado nadie que toque verdaderamente su corazón, que cale sus huesos y ocasione en ella, reacciones y emociones que nunca antes había sentido. Su vida amorosa se ha basado en la pura atracción, la seducción y el jugueteo, y dentro de sus planes no está cambiar aquella situación. Pero no todo puede estar estrictamente planificado ¿Cierto? Quizás y por ahí cierta persona, con su prepotencia y orgullo, su egocentrismo y su altivez, por más que ella intente demostrar lo contrario, logre lo que a su parecer, es un imposible. Demostrarle lo que es amar...y ser amado.

Bastante madura para sus cortos quince años de edad, en la realidad en la que le ha tocado vivir y bajo los estrictos preceptos encomendados, a la rubia no le ha quedado otra que hacerse de una careta para mantenerse a buen recaudo. Como todos, existe tanto el bien como el mal en su interior, pero eso es algo que te costará mucho diferenciar en ella. Su verdadero caracter es realmente indescifrable...quizás en algun momento, o con alguna persona que llegue a tocar su corazón, se muestre como realmente es.

» And then while I'm away, I'll write home every day... And I'll send all my loving to you ♪♫

La menor y última de las Black nació una cálida noche, quince años atrás. Mimada y esperada por todos, la pequeña de cabellos rubios siempre fue la consentida de su familia. Fue educada junto con sus dos hermanas mayores en la más estricta disciplina familiar, además de serle inculcada la importancia de la pureza de sangre. En sus años de instrucción en casa, la pequeña Narcissa aprendió todo lo que estaba a su alcanze y lo que no, también. Se le inculcó la educación, nobleza e importancia de la familia en la cual había nacido. Aprendió a llevar correctamente y siempre con orgullo y elegancia el apellido Black. Los errores no estaban permitidos, mucho menos la deshonra. Le incentivaron el odio hacia los impuros, los mestizos y los muggles por igual, y con ello, aumentaron sus instintos de superioridad y engreimiento. De a pocos, Narcissa se iba convirtiendo en todo una jovencita de sociedad, con sus idelogías claras y aquel aura de peligrosidad que lleva toda la familia. Al ser la menor, vivía inconscientemente en constante competencia con sus hermanas por quien era el centro de atención, cuestión que no le costaba del todo pues de una manera u otra siempre conseguía complacer a sus padres, sobretodo a su madre que la trataba con ciertas preferencias. Pese a eso, su infancia transcurrió tranquila, sin mayores altercados entre ellas como hermanas. Con la entrada de Bellatrix a Hogwarts, Narcissa perdió en cierta parte a su modelo a seguir, lo que la acercó un poco más a su otra hermana. Desde ese entonces ya era notoria la diferencia de caracteres y creencias sin embargo, aún el hogar conservaba cierta...calma. La rubia dedicó sus años antes de ingresar a Hogwarts a hacerse de todas las características y estudios que debía conocer una jovencita educada. Lecciones de etiqueta, piano, ballet, pintura e inclusive algunas que le daba en secreto su padre sobre la magia oscura. Curiosa y deseosa por superarse, Narcissa atesoró uno a uno los conocimientos que le brindaron y que hoy en día, agradece tener. Como se esperaba, al ingresar a Hogwarts no pudo menos que ser seleccionada para Slytherin al igual que sus hermanas. Sus años allí transcurrieron en perfecta armonía y con algunos reconocimientos por sus dedicación. Al estar libre de la presión familiar y el control que ejercía en ella su madre, Cissy dejó fluir su caracter con libertad. Su coquetería y altivez innata la llenaron de pretendientes que simplemente no pasaron de ser lo mismo, pues ella no estaba interesada en lo absoluto por perder su libertad y atarse de alguna manera. Y es precisamente aquel momento, un cálido día de septiembre cuando Ciss cursaba su 5to año en Hogwarts, que su madre decide anunciarle vía Lechuza que había sido pedida en matrimonio. Nada menos que un acuerdo entre familias, obviamente. Los Black y los Malfoy unirían sus estirpes gracias al compromiso entre ella y Lucius Malfoy. Está de sobra decir que la noticia le cayó como balde de agua fría. Sorpresa, incredulidad, confusión, dudas, entre muchas otras emociones surcaron el interior de la rubia. Y hoy en día aun no termina de hacerse la idea, claro está que aquello no impide que su relación con el rubio sea más...interesante y curiosa. Sorpresas, encuentros fortuitos e intercambios por demás atrayentes hacen de su día a día en el Castillo, algo imposible de olvidar.

»All the lonely people, where do they all belong? ♪♫