Un poco tarde, pero segura

Sirius Black
10 de Septiembre
12:15 p.m.

Quien sabe, nunca había sido tan olvidadiza como para dejar el pergamino con el reporte de Aritmancia en su habitación. Había ido corriendo pero el profesor ya se había marchado del aula para cuando regresó con el pergamino. La puerta estaba cerrada y no había manera de entrar a dejar el pergamino sobre el escritorio del profesor.

Seguro que le iría bastante mal si seguía olvidándose de cosas tan importantes como las tareas. Incluso era bastante frustrante cuando los profesores se negaban a creer que una persona puede llegar a “olvidar en la sala común” la tarea, creyendo que simplemente no la había hecho. Y lo peor del caso era que ella si era cumplida, solo que un poco distraída. Soltó un suspiro y de puntitas se posó frente a la puerta de entrada del aula, apenas podía asomarse de puntitas por la pequeña ventana con rejillas que permitía la vista de la habitación.

A lo lejos logró divisar el montón de pergaminos –tareas de los demás alumnos que si pudieron entregarlas por no ser tan olvidadizos -Rayos-.

Dio un respingo y se giró rápidamente para ver de quien se trataba -¡Eres un bruto Sirius Black!- Chilló golpeando con su puño el pecho del merodeador –Tremendo susto me has sacado, agradece que no tuve los reflejos de usar mi varita y mandare volando a Hogsmeade- Soltó un suspiro, más tranquila por saber que era Sirius quien la acompañaba –Mira, ¿Ves alla? Asómate- Dijo empujándolo hacia la puerta del aula –Tengo que entregar mi pergamino con los deberes, pero la puerta tiene un hechizo para no poder abrirla- Hizo un gesto tipo puchero y mostró el pergamino que traía en la mano. –Estoy frita, seguro no apruebo Aritmancia-.